24/2/09

LOS BIENES HUMANOS

Cuando hablamos de bienes pensamos en dos clases: Materiales y Económicos. Y ahí se nos queda la cuenta. Cuando hacemos arqueo de nuestras pertenenencias, anotamos lo que poseemos en predios y en cuentas corrientes. A lo más, anotamos un reloj de oro del bisabuelo, dos cuadros de una herencia y cuatro abalorios más. Y ahí paramos y sumamos los totales. En estos periodos de vacas flacas todos estamos atentos en ahorrar cuanto mas mejor para que el mañana sea más benigno. Y si la economía nos lo permite, nos hacemos con una casa que la ofrezcan por poco dinero, lo que se llama una ganga, que venderemos cuando se abra el mercado o la dejaremos como herencia el que venga detrás. Y con esto, si que ya no podemos sumar mas. Hasta ahí llegamos. Pues bien, hay otras clases de bienes que no se contabilizan, porque –en general- no nos enseñaron para ello y no siempre tuvimos la oportunidad de aprenderlo en la escuela formal o en aquella donde nos enseñaron que los niños no venían de Paris. Son los Bienes Humanos. Bienes que en estos tiempos de crisis son un valor en alza y quienes lo poseen son -además de Archifelices- auténticos Puntos Cardinales de la Humanidad Universal, la que evoluciona para el bien, no miente ni diezma. Los Bienes Humanos no necesariamente han de ser de la misma sangre. Ni obligatoriamente han de provenir del mismo equipo de fútbol, peña de amigos, creencias, club social, universidad o círculo de intereses laborales. Su procedencia es heterogénea.Pero tienen en común que exhiben una humanidad grande. Le dimos nuestra cordialidad y recíprocamente nos han correspondido.
Son personas en las que creemos y creen en nosotros. Transitan de continuo en nuestra cercanía con la distancia suficiente para hacerse presentes y silentes, de tal arte que, cuando los necesitamos, aparecen sin llamarlos. Y cuando nos necesitan, lo fortuito se materializa y aparecemos en sus vidas para dar contenido a sus necesidades. Y sigue la vida como si tal. Estos Bienes Humanos no hemos de confundirlos con el Capital Humano, término acuñado por los economistas. Nada más lejos. Los Bienes Humanos son los mas próximos a la materialización de los géneros literarios que los antiguos denominaban ángeles, como subterfugio para no nombrar al absolutamente bueno. Tienen nombre y apellidos: Son personas y además son sujetos tributarios, como todos nosotros. Personas corrientes y molientes. Ya sabes, en la próxima contabilidad no olvides de anotarlos. La Agencia Tributaria no lo considerara incremento de capital, auque sea el más valioso tesoro que poseamos. Haz una prueba. Abre tu corazon al Inspector de Hacienda y veras el suyo. Atrévete. Te parecerá un milagro.

1 comentario:

  1. este es uno de los temas más importantes para aprender un poco más de la economia y los bienes que puede poseer una persona esto lo escribe Jairon Nehemías Girón Salinas

    ResponderEliminar