3/7/10

Puerto Rico ante el siglo XXI

Guste uno de pensar lo que desee, y teniendo como fondo los hechos acaecidos últimamente en Puerto Rico, hemos de considerar que en el fondo solo existen dos formas de poder y gobierno:
1ª.- La Democrática, donde rige “una persona, un voto” y 2ª.- La No democrática o dictatorial donde “un gobierno, una decisión de obligado cumplimiento”.
A.- / El común entiende la Democracia como la representación parlamentaria directa e individual de la persona. En ella radica la soberanía individual, siendo la colectiva la suma de las decisiones de todas las personas. Nunca la de un grupo, partido o gobierno. Son los ciudadanos los que hablan por ellos mismos a través de sus propios votos y quienes eligen la forma y composición de su gobierno.
Asumimos el concepto que cualquier decisión ha de pasar por el respeto, normativización y fomento de la soberanía/libertad/independencia/autodeterminación de cada individuo como tal. Esto es sumamente importante, pues la soberanía radica en las personas. La soberanía de los pueblos e instituciones se basa en la de los individuos. No puede haber pueblos libres y soberanos sin personas libres y soberanas. Las Instituciones son meros administradores, funcionarios y ejecutores de las decisiones de los individuos.
Es inexorable el asumir y fomentar la independencia de los tres poderes, legislativo, judicial y ejecutivo. Y sobre todos ellos ha de prevalecer la Regla de Oro o Constitución votada por los ciudadanos.
Digo esto, porque detrás del concepto "soberanía/libertad/independencia/autodeterminación del pueblo" (ojo, digo del pueblo y no de la persona individual o física), se esconde la trampa de la democracia al uso de un "nación/estado-finca" de unos pocos. A eso se le conoce como dictadura. Blanda o dura.
B.-/ Seguro que estaremos casi todos de acuerdo que cuando observamos un calificativo añadido a la palabra democracia, tal como “popular", "islámica", "monárquica", "bolivariana", “socialista”,etc., nunca se habla de democracia verdadera sino de epítetos engañosos y falaces.
Estas fórmulas presentan distintas caras. La más básica y clásica es la dictadura “pura y dura”. Ejemplos de ella son las de Cuba o Guinea Ecuatorial. Sus propietarios, -los Castro y los Obiang- son los dueños omnímodos del país, amén de su partido único, el remedo de parlamento y el gobierno. Ambas familias son las propietarias de las multimillonarias cuentas bancarias en divisas, procedentes del trabajo de sus pueblos, ausentes de derechos y esclavizados civilmente. Llegaron al poder vía “revolución” o por “golpe de estado pro-independencia del pueblo”. Y aun persisten.
No olvidemos otra fórmula de dictadura: La “metamórfica”. Ejemplo de ella fue la de “corte fascista-musoliniana” y la “nazi-hitleriana”, cuya resurrección se da hoy día en la Venezuela de Chávez. Estas dictaduras tienen en común el haber llegado al poder por la vía de las urnas. Una vez en él, se tornan paulatinamente más restrictivas, sometiendo y eliminando a los medios y a los líderes y partidos opositores. Evolucionan como regimenes de “aclamación popular”, los cuales conducen a un gobierno único. Muestran concomitantemente una actitud interventora civil o militar con sus países vecinos y hacen alianzas con bloques poderosos y distantes, enemigos siempre del concepto de vida laica, libre y occidental. Hitler hizo sus acuerdos con el Japón Imperial, y Chávez con China y repúblicas y monarquías islamitas. El antisemitismo, también le es común.
Otro tipo de regimenes no basados en la libertad individual son las “monarquías y repúblicas absolutistas de raíz religiosas”. Unas son islamitas y otras cristianas. Como ejemplo recordemos los reinos saudita y alauita, la república del Yemen y las dos grandes desconocidas: La república del Monte Athos, donde solo habitan monjes varones greco-ortodoxos y la Ciudad-Estado del Vaticano, auténtica monarquía absoluta transnacional que posee la red de información-acción más grande del orbe.
Se nos quedan en el tintero los tigres del pacífico, el régimen norcoreano, los países africanos y los índicos. Los herederos de la China de Mao, donde “gato blanco y gato negro cazan ratones”, y que a causa de la crisis de Occidente han colonizado ya a media África a la “chita callando”. Y como no de la Rusia de Putin, travesti del KGB. De ellos podemos hablar en otro momento, incluyendo a Europa la gran incógnita que cae por el miedo a una democracia común y federal.
C, / En definitiva, la elección es dicotómica: Derechos individuales de todos frente a la Dictadura de unos pocos.
Todo es perfeccionable, pero no olvidemos que Puerto Rico esta amparado bajo la Constitución, las Leyes y la Legislatura de un país que goza de la Carta Constitucional libre más antigua y duradera de estos tres últimos siglos. Y ese tesoro debe ser cuidado por lo que significa de libertad del individuo en salvaguarda de la dictadura de un exiguo grupo de personas.
Este es el debate del Puerto Rico de hoy. ¿Por qué causa, me preguntan mis hijas, si somos puertorriqueñas y como tal ciudadanas de los Estados Unidos, tenemos que dejar de serlo? Mi respuesta es la que arriba he razonado.
Puerto Rico ha de encarar el siglo XXI con mayor prosperidad que el desheredo dejado en el siglo XIX por la decadente monarquía española y corregido con el avance que diera Don Luis Muñoz Marin en conjunción con el Gobierno de los Estados Unidos. Hoy se necesita un paso más adelante por el que el pueblo quede vacunado totalmente contra los intentos de hacer de Puerto Rico una dictadura caribeña.

2/7/10

Diplomacia vaticana y episcopado cubano: ¿"mediación" o "salvamento"?

ESCRITOR INVITADO ESPECIAL:
Embajador ARMANDO VALLADARES
Armando Valladares me ha enviado el 22 de Junio este articulo, el cual publicamos con su autorizacion especial.
Con ellos nos sumamos a su lucha por la democracia en Cuba a la vez que denunciamos el multiple lenguaje de la diplomacia vaticana donde la mentira la hace incompatible con el Absolutamente Bueno. ___________________________________________________________________
"Con su viaje, sus declaraciones y sus silencios, el arzobispo Dominique François Joseph Mamberti cumplió con el misterioso, enigmático y desconcertante ritual colaboracionista de altos personeros vaticanos que han viajado a la isla-cárcel en las últimas décadas"
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El secretario de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados, arzobispo Dominique François Joseph Mamberti, acaba de efectuar una extensa visita oficial de cinco días a Cuba comunista (del 16 al 20 de junio pp.).
Ya en el primer día de su estadía, en conferencia de prensa junto al canciller cubano, el alto prelado se congratuló por el "diálogo" con el régimen que en estos momentos está "en curso"; manifestó su esperanza de que ese diálogo "se fortalezca" por ocasión de su visita; y concluyó, de manera optimista, que "ya se ven los frutos" positivos. En sus declaraciones, monseñor Mamberti rechazó la inclusión, entre esos "frutos" del diálogo con el régimen comunista, de encuentros con opositores cubanos y de visitas a presos políticos, alegando, a falta de mejor argumento, que cumplía una "visita oficial". En una palabra, el diplomático vaticano fue todo sonrisas hacia el régimen comunista, mostrando en contrapartida el ceño fruncido hacia los opositores y, en el fondo, hacia el pueblo cubano esclavizado.
Con su mención a los "frutos" que él considera positivos, el alto prelado pareció incluir la "mediación" asumida ante el régimen por el cardenal Jaime Lucas Ortega y Alamino, arzobispo de La Habana, que posee un conocido historial colaboracionista. En realidad, hasta el momento esos "frutos" cardenalicios no van más allá del traslado de una decena de presos políticos enfermos, que estaban siendo torturados en prisiones distantes de sus lugares de origen, y que ahora pasarán a ser torturados cerca de sus propios hogares. También se habría obtenido la concesión de licencia extrapenal (que no es el otorgamiento de libertad incondicional) a Ariel Sigler, un opositor que fue un conocido atleta y que ahora quedó en silla de ruedas por causa de las privaciones y torturas. En realidad, con esa medida el régimen evita el riesgo de que ese conocido preso político fallezca en una cárcel y se transforme en un mártir.
Con su viaje, sus declaraciones y sus silencios, el arzobispo Dominique François Joseph Mamberti cumplió con el misterioso, enigmático y desconcertante ritual colaboracionista de altos personeros vaticanos que han viajado a la isla-cárcel en las últimas décadas, desde el tristemente célebre nuncio monseñor Cesare Zacchi, que elogió las supuestas "virtudes cristianas" del dictador Fidel Castro; pasando por su antecesor en el cargo de secretario de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados, monseñor Agostino Casaroli, quien en 1974 dijo que los católicos cubanos eran "felices"; hasta el actual cardenal secretario de Estado, monseñor Tarcisio Bertone, un decidido propulsor del "diálogo" con el régimen. A este respecto, me he visto en la dolorosa necesidad de escribir numerosos, documentados y nunca desmentidos artículos.
En realidad, más que una "mediación", lo que se está presenciando es una literal operación de "salvamento" del régimen cubano, en los planos externo e interno, impulsada por el Episcopado de la isla y por la diplomacia vaticana. En el plano externo, dejándose impresionar y paralizar por ese "salvamento" eclesiástico, la Unión Europea acaba de aplazar hasta septiembre un eventual endurecimiento de su posición hacia la dictadura cubana. En el plano interno, el "salvamento" tendría como objetivo desmoralizar a los fieles católicos de la isla y a aquellos opositores cubanos que de una manera heroica se oponen espiritualmente a la colaboración de los Pastores con los Lobos comunistas.
En ese sentido, el obispo auxiliar de La Habana, monseñor Juan de Dios Hernández, durante la visita del enviado vaticano, reconoció que en los ambientes católicos cubanos existen "resistencias'' al referido acercamiento eclesiástico con los Lobos, y aprovechó para inocular una dosis de anestesia de las conciencias de los fieles alegando que "hay que tener paciencia".
Con este "salvamento" diplomático, la Santa Sede y el Episcopado cubano no solamente benefician al régimen castrista; contribuyendo a su supervivencia, contribuyen igualmente, por el principio de los vasos comunicantes, para fortalecer a los regímenes venezolano, ecuatoriano, boliviano y nicaragüense, aliados ostensivos de Cuba comunista; y para dar aliento a corrientes radicales revolucionarias que en Brasil y otros países de la región actúan como caballos de Troya.
Delante de Dios y de la Historia, la referida responsabilidad eclesiástica no es pequeña, por el hecho de que está en juego la situación de esclavitud de 12 millones de cubanos, que ya se prolonga por más de 50 años; el futuro incierto de varios países de la región; y el propio futuro del continente con mayor número de católicos.
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Armando Valladares, escritor, pintor y poeta.
Pasó 22 años en las cárceles políticas de Cuba.
Fue embajador de los Estados Unidos ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU bajo las administraciones Reagan y Bush.
Recibio la Medalla Presidencial del Ciudadano y el Superior Award del Departamento de Estado.
Recientemente le fue otorgado en Roma el Premio Internacional de Periodismo ISCHIA y, en Tegucigalpa, la Orden José Cecilio del Valle, en el grado de Comendador, la más alta distinción que otorga Honduras a un extranjero.