27/3/09

CARTA A MI HIJA FATIMA

Querida hija Fátima, A veces en la vida hemos de escribir cartas. Hoy, también valen los e-mails. Y las escribimos para que las cosas queden en blanco y negro y aguanten los avatares de los días.
Muchos afirman que las palabras son raptadas por el viento. Yo no creo que sea siempre así, sobre todo cuando nos referimos a esa Palabra escrita por los hombres desde el comienzo de la humanidad, la que guarda su verdadera memoria histórica y está inspirada por el “Bien Absoluto”. Es la Palabra que escribimos con P mayúscula.
Pero ahora, hija mía, te hablo de esa palabras que se escriben con p minúscula y que cuando son articuladas en forma de frases, discursos y sermones se lanzan a los auditores de buena fe y es la munición de los profesionales de la palabra vana, eso es: de la mentira[i].
Estas gentes son los especialistas que viven y comen del engaño de gentes y credentes. Son, en verdad, verdaderos monstruos, engendrados por quienes hacen bandera de la maldad y de la corrupción y brillan en su sheolico medio, como lamparillas votivas de la nada, alimentadas de aceite de ricino, cuyo hedor es vomitivo y nauseabundo.
Estos especialistas de la palabreja son los que más se parecen al icono de ese mitológico diablo con cuernos y rabo, que azuza a las candorosas almas del fantástico purgatorio tridentino.
Es, -¿como te diría yo?- algo peor que el King-Kong que veías cuando pequeña, pero hecho realidad. Tan reales que dirigen, disponen y usan a las personas bajo su mando.
Fátima: ante estos “King-Kongnes”, tienes que saber reconocerlos y dar la media vuelta[ii]. Luego, regocijarte de ello y celebrarlo contigo misma, con tu familia y con tus seres queridos. Y así, dar gracias por no haber sido succionada a través de la grieta del glaciar.
Las grandes instituciones son masas de hielo que arrasan cuanto encuentran a su paso y la media vuelta y paso atrás es la única medida preventiva para no ser arrastrado. Eso es así.
Aún no conozco persona que no se haya topado con algunos de estos monstruos institucionales, cuyos servidores pronuncian discursos y púlpitos con tan perfecta articulación, que parecen expresarse en absoluta verdad. E incluso hacen entrar, a los que escuchan, en contradicción interna y dudas éticas y de conciencia, sobre la conveniencia de marcharse de allí, dar la media vuelta o aguantar un día más, con la esperanza que se corrijan y salgan del error y del engaño, con el que someten día a día a sus empleados, fieles y escuchantes.
Pero este “mañana corregido” nunca llegará, porque es tanta la simbiosis del engañador con su institución que, fuera de engañar, no saben que hacer para ganarse dignamente el sustento diario, y su presente y futuro es seguir engañando para atraer adeptos, manejables y sin personalidad, a su causa y empresa. Que no pregunten. Que digan sí en todo momento al gurú.Y la única solución es dar la media vuelta, antes que te la den a ti. No hay escapatoria. Y si te empeñas en corregirlos, será - parafraseando a mi padre, tu abuelo Pepe-, punto menos que imposible.
Mi experiencia -incluso última- me indica que estos monstruos institucionales nunca cambian. Una persona en particular puede salir del error y convertirse literalmente en una “persona nueva”. Y es posible porque el hombre tiene espíritu, que no anima emigrantis aristotelica. Por supuesto es imposible que la regeneración se dé en las instituciones como tal, bien sean civiles o creenciales, porque ese cambio solo puede acontecer en una persona de carne y hueso, que basada en su autonomía moral[iii] decida dejar atrás la animalidad y entrar en la senda evolutiva de la verdad, del bien y del amor. [iv]
Y eso es lo que se llama resucitar: envolverse en la Paz, en el manto eterno del shalom del hombre nuevo, quien -sabiendo que él viene de la esclavitud aún con buena paga del Faraón- deja de construir la pirámide de oro: esto es, su jaula, y cruza el desierto, se alía con los suyos y abrazando el Bien Absoluto preexistente decide buscar la tierra prometida, que es la Verdad. Solo el humano puede resucitar aquí y ahora.
Las instituciones no. Nunca. Porque no tienen espíritu y son inanimadas. Lo que pasa es que a base de siglos tratándolas como a personas jurídicas, se lo han creído y nos hemos creído que son personas. Son cadáveres cuasi-eternos que sólo pueden renacer de sus propias cenizas.
Por eso, cuando ayer me llamaste, antes que me dijeras nada sentí la felicidad de tu liberación. Como padre lo intuí. No es nada difícil, solo es necesario ser padre para entender a los hijos. Y es que entre nosotros se da y se vive ese Reino del que hablaba Jesús, ese modesto rabino itinerante que no se cansaba de hablar en su lucha contra el oprobioso gobierno de la multinacional imperial césaro-romana hace veinte siglos.
Vuelvo y te digo, como coloquialmente dicen en Jayuya: Lo mejor que te ha pasado ha sido que hayas comprobado, al toparte de frente con el, que el monstruo en forma de institución existe y solo se merece terminar como a lo King-Kong.Para ti, ha sido una buena experiencia práctica en tu camino – que es el de toda buena persona - desde la animalidad hacia la Verdad. No pares, sigue, sigue, sigue..!.No pares, sigue, sigue, sigue...!! Dice la canción. Y antes de terminar que sepas, que serás y harás lo mejor que pienses para ti. Ese es el Reino.[v] Solo me resta decirte que le dediques a esos monstruos la canción que te dí. No fue en balde que te saque una copia. No hay casualidades.
¡Mary Labau, ya llego la hora!¡
Mary Labau, ya llego la hora!
Tengo el brazo partido y no puedo lanzar la bola.
Tengo el brazo partido y no puedo lanzar la bola.
Güembé, güembé…tannganáo, tannganáo,
sapo guindao, por los pies,así lo manda el brujo Goyé.
Güembé, güembé…tannganáo, tannganáo,
sapo guindao, por los pies,así lo manda el brujo Goyé [vi]
Un beso de tu padre, que te abraza y quiere.
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[i]Profesionales de la mentira. 23-03-09. http://ignacioyanez.blogspot.com/
[ii] La media vuelta. 27-02-09. http://ignacioyanez.blogspot.com/
[iii] Horizonte utópico. 02-02-09. http://ignacioyanez.blogspot.com/
[iv] Humano de última generación. 20-02-09.http://ignacioyanez.blogspot.com/
[v] Los bienes humanos. 24-02-09. http://ignacioyanez.blogspot.com/
[vi] Mary Labau. Canción afrocubana basada en Madame Mary Labau propietaria de un negocio en la Louisiana franco-americana del siglo XVIII. Su letra y musicalidad “pegadiza” siempre le gustó a Fátima .
PD. Si algún lector desea la transducción completa al castellano actual de esta composición creole, puede escribirme y con gusto la facilitaré.

23/3/09

PROFESIONALES DE LA MENTIRA

A través del artículo anterior tuvimos la ocasión de compartir una reflexión en la cual se exponía la necesidad de mover la Verdad, de no ser simples conocedores sino dar un paso al frente para posicionarnos como auténticos develadores de la Verdad.
Develar significa literalmente quitar o descorrer el velo que cubre algo, nos informa la Academia. Por tanto, el primer gesto práctico de una persona empeñada en que la Verdad sea compartida por todos, es retirar el velo con el que la han tapado.
He podido comprobar, desde la atalaya de mi más de medio siglo de vida, estudios, experiencia y observación, que tanto los que viven de la res publica como de la res credendi conocen la verdad histórica de su área y competencia, el origen y desarrollo de lo que hablan y predican, e incluso cuando hacen cátedra de ella, casi siempre intentan mostrar y enseñar a sus pupilos la verdad. Aunque siempre, revolotea sobre ellos el miedo a ser sancionados con la retirada de licencia de cátedra.
También, hemos de tener en cuenta que el hecho de explicar la verdad de forma light, se origina ante la posibilidad de crear enfrentamientos con las facciones de pupilos ortodoxos, -que más que pupilos se comportan como portadores de sables de la ortodoxia en forma de magia de inexorable cumplimiento-, en tanto que los no ortodoxos no lo defienden por temor a que el Alto Vigilante no lo incluya en sus listas o bien no lo llame a la nomina de sus profesionales de la otra vida.
Sea una u otra la razón que pueda esgrimir quien no explica la Verdad en estado puro, origina con su comportamiento un cuerpo doctrinal incierto en ese momento y cuando el pupilo sea ya un profesional disfrutante de la res publica o de la res credendi.
Y así es como se pone en marcha un efecto de bola de nieve, que cuando llega a su destino final congela literalmente a quien lo pregonó -por ser conocedor de la mentira o verdad no develada que encierra la cátedra que dió- y calienta el cerebelo de quien lo estudia, recibe, transmite y hace fe de ello.
He aquí la primera camada de monstruos.
Uno de los métodos más usuales que se usan para no develar la Verdad es introducirla en formol, archivarla en un instituto o biblioteca, transcribirla como documento cuasi inteligible para quienes no hayan adquirido el arcano del lenguaje críptico de la polis o el dogma y establecer una auténtica carrera de obstaculos para el estudioso que quiera acceder al bien común y público de los fondos celosamente guardados.
Otra observación que he podido cotejar es que la razón dada por quien conoce la Verdad y se la guarda solo para sí y para sus sucesores, es que no es conveniente comunicarla en su forma pura, sino interpretada, tamizada y pulida para que no crispe a la opinión pública o se incumpla el precepto de la caridad y la misericordia por el escándalo que pueda provocar.
He aquí la segunda camada de monstruos.
Este comportamiento descrito, se denomina sencillamente engaño. Engaño multisecular. Y fraude cuando además de ello, se propone la caridad y la misericordia como falsa coartada para no develar la verdad.
Todo ello origina un problema grave, al perder la Verdad su sentido original, de manera que ya no puede reconocerse ni la persona, ni el momento histórico del que se habla y aún menos reconocer sus enseñanzas.
Y he aquí la tercera camada de monstruos.
De estos monstruos, se nutren aquellos que se arrogan el deber extrahumano de recibir, conservar y entregar su verdad. Sin ellos. no podrian existir.
He aqui a los padres de todos los monstruos.
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