19/5/09

BENEDETTI HA RESUCITADO

El cuerpo de Benedetti -que significa literalmente bendecido- ha dejado de existir. Desde ese momento se puso en marcha el complejo aristotélico-socrático de cuerpo-persona-alma, donde un epígrafe cede el paso al otro sin parar, hasta que la tierra cubrió definitivamente a uno de los arcángeles de la Palabra del Hombre más glorioso de nuestra contemporaneidad. El bendecido uruguayo era un hombre defensor de causas perdidas y buscador incansable de la Verdad. Andariego y observador, tenía el don de transducir en verbo fácil, lo que a duras penas otros no alcanzamos a percibir. Sesenta años de matrimonio con Luz, su esposa, le sirvieron como motor de la bondad y amor que le profesaba. Ella, enferma desde hace años de Alzheimer residía y murió tres años atrás en un geriátrico, al cual peregrinaba Benedetti a diario.
Y de ahí -pienso-, ha de emerger su último e inédito verso. El destilado más transparente de percibir a su Luz , su buen amor, durmiendo en vida y él completamente desnudo por la desolación :
"Acontece la noche y estoy solo /cargo conmigo mismo a duras penas/
al buen amor se lo llevó la muerte /y no sé para quien seguir viviendo".
Desde que Luz no estaba -aún con Alzheimer-, Benedetti no era persona. Lo notarizó en su verso y desde ese momento seguramente inicio el transito y comenzó a cabalgar en el absurdo -pero inexorable- complejo aristotélico-socrático de cuerpo-persona-alma.
Pero su espíritu, volátil , ubicuo y pneumático ya es eterno. Y como todos los que le precedieron, ha resucitado en quienes lo recuerdan y viven desde la Paz, motor de la resurrección de los hombres buenos. ¿No veis como aun arde su corazón? . Benedetti, verdaderamente ha resucitado. Así de fácil